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miércoles, 31 de diciembre de 2014

Chopra. ¿Cómo aplicar la Ley de potencialidad pura? Parte II

Otro camino para acceder al campo de la potencialidad pura es por medio de la práctica de la abstinencia de juicios de valor. El juicio de valor es la evaluación constante de las cosas como correctas o incorrectas, como buenas o malas. Cuando estamos constantemente evaluando, clasificando, etiquetando, analizando, generamos muchas turbulencias en nuestro diálogo interno. Estas turbulencias restringen el flujo de la energía entre nosotros y el campo de la potencialidad pura. Estamos comprimiendo, literalmente, el “hueco” entre los pensamientos.
Ese hueco es nuestra conexión con el campo de la potencialidad pura. Es ese estado de conocimiento puro, ese espacio silencioso entre un pensamiento y otro, esa quietud interior que nos conecta con el poder verdadero. Y cuando comprimimos el hueco, comprimimos nuestra conexión con el campo de la potencialidad pura y de la creatividad infinita.
En Un curso de milagros aparece una oración que dice: “Hoy no juzgaré nada de lo que suceda”. La abstinencia de juicios de valor crea el silencio en nuestra mente. Por lo tanto, es una buena idea que usted empiece el día con esa afirmación. Y, a lo largo del día, recuérdese a sí mismo dicha afirmación  cada vez que se encuentre haciendo juicios de valor. Si le parece demasiado difícil practicar este ejercicio  durante todo el día, dígase simplemente a sí mismo: “No voy a juzgar nada en las dos horas siguientes” o “Voy a vivir la abstinencia de juicios de valor durante una hora”. Después puede ir ampliando gradualmente los plazos.
A través del silencio, de la meditación y de la abstinencia de los juicios de valor, usted accederá a la primera Ley, la Ley de la potencialidad pura. Cuando haya empezado a practicarlo, podrá añadir a esta práctica un cuarto componente, que no es otra cosa que dedicar con regularidad tiempo  a estar en comunión directa con la naturaleza. Los ratos en la naturaleza le permiten percibir la interacción armoniosa de todos los elementos y de todas las fuerzas de la vida. Ya se trate de un río, de un bosque, de una montaña, de un lago o de la orilla del mar, esa conexión con la inteligencia de la naturaleza le ayudará también a acceder al campo de la potencialidad pura.
Debe aprender a entrar en contacto con la esencia más íntima de su ser. Esta esencia verdadera está más allá del ego. No teme; es libre; es inmune a las críticas; no teme ningún desafío. No está por debajo de nadie ni es superior a nadie, y está llena de magia, de misterio y de encanto.
El acceso a su esencia verdadera también le aportará claridad para percibir el espejo de las relaciones personales, pues toda relación personal es un reflejo de las relaciones de usted consigo mismo. Por ejemplo, si usted tiene sentimientos de culpabilidad, de miedo y de inseguridad respecto del dinero,  de su éxito personal o de cualquier otra cosa, esos sentimientos son reflejos de la culpabilidad, del miedo y de la inseguridad como aspectos básicos de su personalidad. Ninguna cantidad de dinero ni de éxito bastarán para resolver esos problemas básicos de la existencia; sólo la intimidad con el Yo producirá la curación verdadera.  Y cuando usted esté asentado en el conocimiento de su Yo verdadero –cuando comprenda bien su naturaleza verdadera- jamás se sentirá culpable, asustado o inseguro por el dinero, ni por la riqueza, ni por la realización de sus deseos, pues se dará cuenta de que la esencia de toda la riqueza material es la energía de la vida, es potencialidad pura. Y la potencialidad pura es su naturaleza intrínseca.
Cuando vaya cobrando cada vez más acceso a su naturaleza verdadera, también recibirá espontáneamente pensamientos creativos, pues el campo de la potencialidad pura  también es el campo de la creatividad infinita y del conocimiento puro. El filósofo y poeta checo Franz Kafka dijo en cierta ocasión: “No hace falta que salgas de tu habitación. Quédate sentado ante tu mesa y escucha. Ni siquiera hace falta que escuches: simplemente, espera. Ni siquiera hace falta que esperes: simplemente, aprende a quedarte callado, quieto y a solas. El mundo se te ofrecerá libremente para que le quites la máscara. No tiene otra opción; caerá a tus pies en éxtasis”.
La abundancia del universo –la generosa riqueza y opulencia del universo- es una expresión de la mente creativa de la naturaleza. Cuanto más sintonizados estamos con la mente de la naturaleza, más acceso tenemos a su creatividad infinita y sin límites. Pero primero tenemos que llegar más allá de las turbulencias de nuestro diálogo interno, para conectar con aquella mente creativa abundante, opulenta e infinita. Y entonces, creamos la posibilidad de una actividad dinámica mientras portamos al mismo tiempo la quietud de la mente creativa eterna y sin límites. Esta combinación exquisita de una mente infinita silenciosa y sin límites con una mente individual, dinámica y con límites, es el equilibrio perfecto de quietud y de movimiento simultáneos que puede crear todo lo que deseemos. Esta coexistencia de opuestos –quietud y dinamismo a un mismo tiempo- nos independiza de las situaciones, de las circunstancias, de las personas y de las cosas.
Cuando usted reconoce en silencio esta coexistencia exquisita de opuestos, se alinea a sí mismo con el mundo de la energía, con la sopa cuántica, con la “no-sustancia” no material que es la fuente del mundo material. Este mundo de la energía es fluido, dinámico, elástico, cambiante y está eternamente en movimiento. Pero, al mismo tiempo, es no cambiante, quieto, callado, eterno y silencioso.
La quietud, por sí misma, es la potencialidad para la creatividad; el movimiento, por sí mismo, es la creatividad restringida a un aspecto determinado de su expresión. Pero la combinación de movimiento y quietud le permite a usted liberar su creatividad en todos los sentidos: hacían donde lo lleve el poder de su atención.
Vaya donde vaya, sumido en el movimiento y en la actividad, lleve consigo su quietud. Por tanto, el movimiento caótico que lo rodea no eclipsará nunca su acceso a la reserva de creatividad, que es el campo de la potencialidad pura.


Deepak Chopra. Las siete leyes espirituales del éxito.



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