La palabra “yoga” significa literalmente “unión y
control”. El yoga es, pues, la unión del hombre con la realidad universal, la
fusión de la parte con la Totalidad, de lo perecedero con lo eterno, de la
mente con el centro más profundo de nuestro ser. Al mismo tiempo, el yoga es
“control”, es decir autodisciplina. Por este motivo, el objetivo principal del
yoga consiste en movilizar los recursos internos para lograr la
integración de la persona. Para ello, se utiliza un conjunto de prácticas como la respiración,
la meditación, la relajación, las posturas y la concentración.
Aunque por sus orígenes el yoga suele asociarse a
la religión hinduista, se trata en realidad de una filosofía de vida cuyo fin
es reencontrar a la persona con su armonía interior, su centro y su equilibrio, sin necesidad de internarse en
los conceptos religiosos orientales ni de adherirse a ningún credo específico.
Como el yoga destaca la unidad espiritual de toda la humanidad, cualquier
persona, independientemente de sus creencias religiosas, puede beneficiarse con
su práctica sin la obligación de abandonar su filiación religiosa concreta, sin
cambiar de creencias y sin someterse a ningún tipo de bautismo.
La primera mención a esta filosofía de vida data de
2500 años A.C y figura en los Vedas,
libros sagrados de la India, posteriormente el yoga aparece en otras escrituras
tales como los Upanishads y la Bhagavad Gita. Pero recién en el siglo
II A.C. Patáñjali sistematiza estos conocimientos, los ordena y les da forma.
La llegada del yoga a occidente se relaciona con el Swami Vivekananda quien en
1893 introduce en Estados Unidos las prácticas de esta antigua disciplina.
En el siglo XX, Sri
Aurobindo decide integrar los métodos tradicionales del yoga (Hatha Yoga –posturas y respiración-, Raja Yoga –respiración, meditación y
sólo posturas que fomentan la calma mental-, Tantra Yoga –conocido también como Kundalini Yoga o yoga del poder-, Jñaña Yoga – yoga del conocimiento y la meditación en soledad-, Bhakti Yoga – yoga de la devoción y el
servicio- y Karma Yoga –yoga de la
acción espiritual) porque considera que, por separado, ninguno de los métodos permite apresar la verdad de modo completo y
definitivo. Así surge lo que denominó Purna
Yoga o Yoga Integral. Un método
que reúne las características de los métodos tradicionales, cuya finalidad es
la integración armónica de los aspectos físicos, mentales, emocionales y
espirituales para desarrollar nuestras posibilidades latentes y utilizarlas al
servicio de la humanidad y de valores tales como la verdad, la justicia, la
libertad y la paz. El Yoga Integral, yoga dinámico, tanto en su concepción de unión
dinámica con el entorno como en su práctica, fue difundido por Swami Sivananda,
quien tuvo como discípulo a Jiddu Krishnamurti.
La práctica del yoga tiene múltiples beneficios,
como ha sido comprobado por estudios realizados:
En el plano físico:
·
Favorece
el sistema cardiovascular
·
Favorece
el sistema endócrino
·
Favorece
el sistema digestivo
·
Favorece
el sistema respiratorio
·
Aumenta
el sistema inmunológico
·
Fortalece
músculos y huesos
·
Mejora
patologías como artritis, fatiga crónica y asma.
·
Evita el
deterioro de los discos vertebrales
·
Disminuye
los niveles de azúcar y colesterol en sangre
·
Oxigena
y limpia los órganos
·
Desintoxica
el organismo
·
Eleva la
producción de antioxidantes
·
Disminuye
el envejecimiento
·
Aumenta
la energía y la vitalidad
·
Produce
endorfinas
En los planos mental y emocional:
·
Produce
efectos notorios en el sistema neurológico
·
Favorece
la concentración y la capacidad de razonamiento
·
Eleva
las capacidades intelectuales
·
Mejora
el ánimo
·
Alivia
la tensión
·
Disminuye
el estrés
·
Ayuda a
dormir
·
Combate
la depresión y la ansiedad
·
Disminuye
las reacciones agresivas
·
Ayuda a
superar miedos y fobias
·
Mejora
la relación con el mundo
·
Aumenta
la autoestima.
·
Otorga equilibrio y paz interior
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